Thu 05-09-2024 06:59 PM
La vida como proyecto de escritura
Romain Gary (Émile Ajar), La vie devant soi. Folio, Mercurio de Francia 1975
Con esta novela ganó Romain Gary el Premio Goncourt por segunda vez, pues estaba firmada con otro nombre, el de Émile Ajar, con el que publicó cuatro novelas, un premio que solo se concede por una sola vez. Lo cual supuso una desacreditación de la crítica literaria burguesa, que no había sido capaz de adivinar la auténtica autoría de la obra.
Realmente es una novela que atrapa a su lector desde el principio, gracias a la sugestiva inteligencia del narrador protagonista, Momo, un joven musulmán que dice tener diez años y vive como pupilo en casa de una señora judía, Madame Rosa, a la cual defiende y admira, pues había desempeñado para él el papel de madre, y la cuida hasta su hora final, y la conduce a un refugio clandestino que había en el sótano del edificio donde vivían. Habitaban en la sexta planta, a la que Madame Rosa accedía con enormes dificultades debido a su edad y a su gordura. Esta señora había sido prostituta en su juventud, después de haber podido sobrevivir a un campo de concentración en la Alemania nazi y ahora cuidada a los hijos nacidos de compañeras de ese gremio.
Momo está continuamente relatando, de instante en instante, cada momento de su azarosa vida, como hijo de padres desconocidos para él, hasta el momento en que descubre quiénes eran y su auténtica edad, los catorce años. Se dirige a menudo a los oyentes o lectores de su relato justificando sus acciones y se presenta como un filósofo de la vida, que aspira a escribir una novela, Los miserables, a imitación de Víctor Hugo, en realidad no la escribe, pero sí la cuenta y la protagoniza por su modo de vida.
Es un héroe picaresco, pero no malicioso, solo trata de abrirse camino en la vida que tiene por delante y sobrevivir, hasta el momento en que muere Madame Rosa, en que se queda solo y prefiere morir con ella a seguir viviendo.
Realmente Romain Gary elabora una historia que constituye una sátira del racismo y la xenofobia de la burguesía francesa de los años setenta del siglo pasado, contando una historia que pone en evidencia a los judíos, a los musulmanes y a los negros africanos, sin papeles, que viven el barrio parisino de Belleville. Con ello se ganó la admiración de la crítica burguesa que suponía que la novela había sido escrita por un joven y fresco novelista desconocido.
Pero independientemente de esta finalidad, la novela tiene valores humanos y literarios innegables de una actualidad permanente, que causa la admiración de los lectores inteligentes y libres de prejuicios.
Comentarios: