TEXTOS | 11-2007 archivos

Esta escultura de Martín Chirino Mediterránea (1971) es una buena muestra de una obra liberada de la obediencia figurativa y que trabaja una nueva concepción del espacio creativo.

Un espacio en el que vale tanto el vacío, la ausencia, como la masa sólida de lo concreto, que más que estar instalada en el espacio produce un espacio con sus oquedades, de las que parece salir la obra.

La escultura es así un proyecto de espacio creativo, la manifestación visible de algo más amplio e incluyente, de lo que se nos ha dado un fragmento, el resto lo tenemos que concebir e imaginar nosotros, a partir de esa primera propuesta.

De esta forma operan los textos abiertos, insinuando un sentido que los lectores o espectadores tienen que completar a partir de su libertad y de su imaginación.

La obra es un trabajo en curso, un proyecto inacabado que concluye en la recepción y compleción a que está invitado el lector, consciente de que su añdido no siempre es lo mejor o lo má afortunado.

Y asíla obra creativa confiada a sus espectadores, esboza un proyecto, se mantiene incólume y abierta a nuevas cooperaciones interpretativas y completivas de todos los lectores que se atrevan a continuar sus insinuaciones, sus propuestas.

Obra aparentemente acabada, obra en curso, proyecto más que término, invitación a que activemos nuestra imaginación creativa, reto que espolea nuestra sensibilidad.