Tue 27-08-2024 05:43 PM
Los textos de Terramar
Ursula K. Le Guin, TEHANU. Historias de Terramar 4. Edición original 1990. Traducción Teresa Gottlieb. Minotauro Libros, 2022
Tanto la ciencia ficción como la literatura fantástica, a la cual pertenece esta obra, ampliamente cultivadas por Ursula K. Le Guin con gran belleza y creatividad, nos permiten ante todo una mirada diferente y más amplia a las cuestiones sociales, filosóficas y éticas de nuestra vida, señalando aquellos aspectos más problemáticos de desigualdad, injusticia y segregación por motivos de edad, identidad, género o cultura, al tiempo que la historia misma contribuye a analizar el sentido de la vida en el amplio y misterioso Universo en el que nos movemos.
El componente de la magia le da a la literatura fantástica un brillo y atractivo singular, crea héroes y epopeyas, y así lo ha hecho la autora en las tres primeras novelas del ciclo de Terramar, configurando personajes inolvidables que se hacen familiares y cuya vuelta agrega. emoción y contribuir a fidelizar a los lectores y lectoras modelo de sus obras.
Pero veinte años después de esta supuesta trilogía apareció esta cuarta entrega TEHANU, rompiendo la creencia ordinaria de que este ciclo estaba ya acabado y continuando con la vida de los personajes en los mismos escenarios, pero ahora desposeídos de poderes mágicos y convertidos en personas que tienen que solventar su vida sin la ayuda de la magia, aunque ante los demás siguen siendo considerados prestigiosos magos, los hombres, o grandes hechiceras, las mujeres, a las que la categoría de magas les estaba restringida, por el hecho de ser mujeres.
Esta novedad la explica la propia autora en el Epílogo de la obra, donde confiesa que necesitaba darle un giro a la historia dotándola de más realismo y cercanía a los problemas de la vida cotidiana de la gente, pero no encontraba la forma de hacer esa transformación.
Solo los dragones han conservado su magia y siguen hablando en la lengua original verdadera, olvidada por los magos, cuyos representantes más notables han muerto o la han perdido. Y gracias a uno de estos dragones, que actúa de auxiliar de los protagonistas, se pueden salvar de un infausto destino Tenar, Ged y la pequeña Therru, fuego, bautizada como Tehanu por el dragón Kalessin, el mismo nombre de la estrella blanca del verano. Unas historias que hacen más llevadero este tórrido estío y le confiere un “brillo en el cielo vacío”.
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