TEXTOS | Los invisibles del texto

Weblog de Manuel Cerezo Arriaza

Thu 04-02-2010 05:07 PM

Los invisibles del texto

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La última novela de Paul Auster Invisible (2009), recientemente traducida al español, reconstruye unas circunstancias trágicas conservadas en la memoria de uno de los personajes, que revela de forma póstuma.

Así el texto invisible de la memoria se hace discurso sobre la urdimbre del lenguaje, y se han trazando los ejes enunciativos, la deixis temporal y espacial que acoge las relaciones entre los personajes y sus circunstancias vividas en común.

Un narrador omnisciente, también invisible, mueve los hilos argumentales y permite al lector caer en la sensación de que es la historia la que se hace relato, dimanando de sí misma. Se alternan sutilmente los tiempos narrativos con el diálogo autónomo de los personajes, la mayor mímesis narrativa, y el presente histórico nos sitúa en el ahora del acontecimiento.

Y así en esta historia hay varias invisibilidades, lo que no se puede ni quiere reconocer del pasado, un crimen horrendo, lo que no se puede demostrar pero actúa como una evidencia, la asunción en el texto de la historia que el propio relato fabrica, haciéndonos caer en la ilusión de un mundo posible que está instalado sobre el mundo fáctico, en las ciudades de Nueva York y París.   

De todo ello, lo único visible de veras es la superficie del enunciado agrupado en cuatro partes, en cuatro estratos narrativos, y sobre esa visibilidad lingüística se establecen todas las articulaciones invisibles del mundo narrativo, el verdadero efecto invisible de la novela, de toda novela. 

Como sugiere la ilustración de la portada, lo invisible no es lo que no se puede ver, sino lo que no se quiere ver.  

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